Nació en Reus (Cataluña), es uno de los mejores deportistas paralímpicos españoles. Oro en Rio 2016 y en Tokyo 2020 este atleta de 400 metros lisos no puede ver la vida a través de sus ojos debido a una discapacidad visual. A los 12 años le descubrieron una enfermedad crónica ocular y tan solo 4 años después se le apagó la luz definitivamente. Gerri, como le conocen sus amigos, es un ejemplo de independencia.